Los textos de las escrituras de
la India, los Vedas, Vedangas, Upanishads, Smritis, puranas e Ithihasas, son
depositarios de una profunda sabiduría.
Cada uno de ellos es todo un mar de dulce y nutritiva leche.
Cada uno es sagrado y santificante.
Las aguas del océano jamás podrán disminuir, sin importar cuántas
bombas se coloquen para drenarlo. Son
enormes las cantidades de agua que son convertidas en vapor por los cálidos
rayos del sol, aglomeradas en nubes y devueltas a la tierra como lluvia.
Esto ayuda a las siembras y llena la tierra de verde vegetación.
Lo maravilloso es que, pese a esta tremenda evaporación y precipitación,
el nivel del océano no se reduce ni un centímetro.
Y, además, pese a que miles de ríos vacían sus aguas en los mares, no
se observa que su nivel aumente. De
manera similar, las personas que han complementado su conocimiento de los textos
de las escrituras con la conciencia de su validez, adquirida con la práctica de
las lecciones contenidas en ellos, dejan de ser afectadas por la alabanza o la
crítica, de dondequiera que provengan. Sus
corazones permanecerán puros, impasibles y calmos.
Las sagradas escrituras de la India son los bastiones de estas
confortantes lecciones.
Sin embargo, uno puede absorber
estas lecciones únicamente de acuerdo con el monto de la paciencia que
demuestre y del talento intelectivo que posea.
Después de haber llegado a dominar los textos y haber ganado la
experiencia de poner en práctica sus lecciones, uno puede compartir la luz y la
alegría con otros. Los textos
insisten en el valor de la práctica real y en la necesidad de confirmar las
verdades luego de experimentar su efecto.
Si una persona desea comprender
claramente los sagrados libros y escrituras de la India y embeberse de su
mensaje, debe aprender el idioma sánscrito, no puede evitar esta
responsabilidad y deber. La mención
del sánscrito despierta en muchos de nosotros una inmediata actitud
prejuiciada. Hay contemporáneos
que declaran: “Se trata de la lengua muerta de una cultura agonizante; sólo
es fomentada por el fanático apego de los conservadores anticuados” Condenan
esta lengua señalando que sólo sobrevive en fórmulas sin sentido, en rituales
que están desapareciendo rápidamente, en algunas ceremonias y en
los ritos matrimoniales y otros ejercicios inútiles.
Se argumenta que es idioma muy difícil de aprender.
Creencias como éstas se han afincado firmemente en las mentes de los
hombres estas opiniones banales y actitudes falsas.
El sánscrito es una lengua
inmortal; su voz es eterna, su llamado nos viene a través de los siglos.
Lleva encerrada en sí la base sustentadora de todos los idiomas del
mundo. Deben reverenciar al sánscrito
como la madre de todas las lenguas...
EL VEDA
El Veda es la madre de todos los Shastras. El Veda emanó de Dios mismo, como inhalación y exhalación .
El Veda es algo que no se ha originado de los seres humanos.
Proviene de fuentes externas a los seres humanos.
La historia, por ejemplo, es algo que creara gente experimentada.
En estas cosas creadas por los hombres se dan posibilidades para cambios,
adiciones y alteraciones, cosa que no es posible en el caso de los Vedas que no
tienen origen humano
Aquellos que simplemente recitan el Veda no obtendrán todo su beneficio.
Para lograrlo, deberán recitarlo, prestarle oídos y absorberlo.
Sólo los tres aspectos en conjunto entregarán el cuadro total del Veda.
Si estos tres aspectos se
encuentran enclavados en vuestro corazón, nunca sufrirán ningún daño ni
herida, por más poderosos y crueles que sean sus enemigos y por mucha que sea
la fuerza con que les ataquen. Sin
embargo estos tres aspectos no les bastarán si no los ponen en práctica en la
vida diaria. Tampoco han de
considerar que los aspectos de, escuchar, reflexionar y asimilar represente
imposiciones sobre ustedes. Han de
adoptarlos desde el fondo del corazón y llevarlos a la práctica con gusto, no
como una obligación.
LOS VALORES CONTENIDOS EN LOS VEDAS
Esta es la razón por la cual los antiguos maestros enseñaban los Vedangas y otros textos relacionados, incluso antes de que los discípulos comenzaran a aprender los Vedas. Estos estudios constituían una obligación en los Gurukulas (ermitas-escuelas) del pasado. En aquellos días, los bharatiyas estudiaban los “Catorce Vidyas” o “materias”. Los Vedas se aprendían de memoria. El maestro de los Vedas, quien los había aprendido del mismo modo, se llamaba jada... ¡inerte! No obstante, este término no implicaba el sentido de que no había aprendido nada; sólo significa que ya no le quedaba nada más por aprender y que por lo tanto era “inactivo” o que estaba “contento”. Mediante el estudio de los Vedas se consideraba esencial para darle sentido y valor a la vida humana.
El segundo de los Vedas es el Yajur. Tiene dos revisiones de su texto: el Krishna Yajur Veda y el Sukla Yajur Veda. Este Veda se refiere al río Ganges y a su región. Constituye la fuente para la escuela de pensamiento y de interpretación conocida como Uttara Mimamsa. Para entonces, el pueblo había delimitado las áreas boscosas de la tierras cultivables en torno a las aldeas y se había establecido en éstas. Hay una razón primordial que llevó a la separación de ciertas porciones del Veda en el Yajur Veda. Este tiene siete secciones, llamadas Aranyakas o Textos de los Bosques, indicando por su denominación misma que se refiere mayormente a las disciplinas y ejercicios espirituales que pueden ser practicados solamente en el aislamiento y silencio de los bosques.
El tercero es el Sama Veda. En esta colección se repiten muchos de los himnos del Rig Veda, pero con anotaciones musicales adicionales, de modo que se pueden cantar durante los rituales y ceremonias védicos. Por esa razón este Veda es, principalmente, Swara o notación musical. Los arios del Rig Veda vivían en las riberas del Sindhu en tanto que el Yagur Veda entró a su percepción cuando habitaban junto al Ganges. Los cantos del Sama Veda son también visualizaciones de la misma época, aunque los pueblos de aquel entonces vivían, al parecer, en la región central de Bharat. Se hace referencia al Sama Veda también como Gaana Veda para subrayar su naturaleza musical. Todas las escuelas musicales son derivaciones de los estilos que este Veda transmite. En él se encuentran contenidos todos los ritmos y notas.
El cuarto es el
Atharvan o Atharva Veda. Son muchos
los que lo han descrito de diversas maneras.
Hay quienes incluso le han negado la condición de Veda.
Otros sostienen que está compuesto con lo que sobró de la compilación
de los anteriores. En otros Vedas
se describen el poder y el misterio de los
dioses, mientras en éste se
menciona la posibilidad para el hombre, de adquirir ciertos poderes y descubrir
ciertos misterios gracias a su propio esfuerzo. Esto es lo especial que tiene.
Sólo en este Veda se ponen al alcance del hombre el hatayoga,
el tiraskarani vidya y el ashtayoga.
No hay que olvidar, por supuesto, que si gana la gracia de Dios, el
hombre puede adquirir facultades que le resultarían imposibles de alcanzar por
otras vías.
LOS SMRITIS
SHASTRAS
... Los Shastras, que son textos complementarios de los Vedas, declararan que Dios reside allí en donde sean evidentes seis excelencias: entusiasmo (Utsaha), determinación (sahasam), valor (dhairya), buen sentido (Sadbudhi), fuerzas (shakti) y osadía (parakrama). La plegarias inicial del hombre debe ser dirigida a Dios (Ganapati) para ganar estos seis presentes que pueden purificar la conciencia y revelar el Alma. Uno debe emprender el descubrimiento del núcleo átmico propio con valentía en el corazón; éste no es un ejercicio para cobardes. Las personas malvadas, los que vacilan en la fe, los corazones dubitativos y los de talento afligido están destinados a pasar por la vida como roguis (personas enfermas) y no como yoguis (residentes en el Alma).
Este es el sello distintivo que separa al "sabio" (jñani) del "necio" (ajñani)...