GUNAS
...El mundo es el templo compuesto de gunas o atributos; el sátvico,
el equilibrio, el rajásico, el
apasionado, y el tamásico, el inerte...
¡Encarnaciones del Alma Sagrada!: Las
tres gunas o cualidades humanas: satva, equilibrio, rajas, inquietud y tamas,
inercia, representan tres armas que Dios nos ha dado especialmente en este mundo.
Debido a que el hombre no las sabe usar adecuadamente es que nos estamos
viendo envueltos en todo tipo de situaciones difíciles en la actualidad.
Hay varias circunstancias que hacen que estas tres cualidades se
manifiesten de diferentes maneras. La
primera es la creación a nuestro alrededor.
Responde a la propia naturaleza de la creación el que cambien
continuamente. Esto ha sido usado
como principal instrumento en las manos de Dios.
La Creación también ha sido llamada naturaleza o el mundo de la materia,
y definida como "Lo que continuamente cambia".
La segunda circunstancia es la ignorancia.
Ella representa lo opuesto al conocimiento.
Ella promueve en el hombre el guna tamásico o la negligencia, le da pie
a sus gustos y desagrados y lo lleva a justificar las faltas que hay en él. Este guna encierra la cualidad del hombre que lo lleva a
reconocer la verdad y la falsedad y cometer a
veces el error de confundir
la falsedad con la verdad. Constituye
el deber del hombre eliminar por medio de varios métodos esta ignorancia.
La tercera circunstancia es
el maya, ilusión o mezcla de realidad y ficción.
Maya crea todo tipo de cosas e ilusiones sorprendentes.
No hay nada que maya no pueda hacer.
Maya tiene el poder como para crear el mundo entero y hacer que el mundo
actúe el drama por medio del cual puede llegar a destruirlo.
También es responsable del nacimiento del hombre.
Los necios nacen en este mundo ilusorio, se desarrollan y terminan sus
vidas en él. Sus vidas están
totalmente sumidas en la ilusión.
¿Por qué buscar una vida que esté llena
de maya y que termine en él? Debido
a que Dios se reviste del mundo de la materia como su ropaje, también se llama
maya al Alma Suprema. Es por esta
razón que nos referimos al Señor como aquel que tiene a maya como rostro.
Dependiendo de las circunstancias nos encontramos con estas tres formas
diferentes, las que se denominan materia, ignorancia e ilusión.
Las tres en especial las dos últimas, no difieren sino en grado y no así
en esencia, sólo en cuanto al nombre y no en cuanto al resultado final.
Son inseparables entre sí y, en verdad, están conectadas las tres.
Si llegamos a entender la Divinidad y la forma en que opera, podemos
hacer el intento por liberar nuestra vida de estas ilusiones.
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