Vean a Dios en cada persona que encuentren, vean a Dios en todo lo que
hagan. Su misterio es inmanente en todo lo material y lo
no material; de hecho se ha descubierto que
no hay tal materia ni nada material. ¡Todo es Dios, una expresión de su
misterio! Obtengan alegría de las
fuentes dentro y fuera de sí. Avancen,
no se detengan ni retrocedan: cada minuto debe marcar un paso hacia delante.
Alégrense de que les es dado reconocer a Dios en todos y reciban con
beneplácito todas las oportunidades de cantar su Gloria, de oír
su historia, de compartir su experiencia con otros.
Dios tiene sus manos en todas las obras, sus píes en todas las
altitudes, sus ojos más allá de todos los horizontes, su rostro delante de
cada cara. Esto es lo que Bhagavad
Gita declara; aquellos de ustedes que leen el Gita
pueden dar fe en él y vivir en su ley.
Dios es omnipotente. la naturaleza es un reflejo de esa omnipotencia; todos los poderes presentes en la naturaleza están presentes en todo ser humano. Por lo tanto, se debe reconocer que Dios, la naturaleza y el individuo son todos igualmente divinos.